En este curso te voy a enseñar cómo implementar recursos, habilidades, destrezas y competencias que te permitan volar sobre el papel, que seas capaz de escribir con soltura y además disfrutes haciéndolo.
Después, lo disfrutarán los demás porque la calidad que logrará tu narrativa será profesional. Lejos quedará ese aficionado que anhelaba publicar y destacar en los concursos literarios.
Escribir más allá de unas cuantas páginas se convierte en algo inalcanzable para la mayoría.
Has despertado. Se trata de una llamada. Tus pensamientos te desvelan, se apropian de tu mente y de tu voluntad, se escriben en tu subconsciente agolpándose.
Una necesidad imperiosa de darlos a luz te gana la batalla. Eres esclavo de su dictado. Eres escritor.
La mano gigantesca de la palabra te sienta frente al cegador brillo vacío de tu ordenador.
¿Ahora qué?... Sientes una fuerza que te impulsa a decir
pero no manejas el idioma ni las herramientas que te permitirán hacerlo.
Hola,
Antes de nada, debes saber de mí que soy editor, que he trabajado en editoriales como Santillana, Laberinto, Impedimenta, Edelvives y que llevo siendo editor independiente desde 2008. Camino de los doce años, pues.
En todo este tiempo me he encontrado con todo tipo de libros y de autores, de calidades, de imprentas, de agentes literarios, de historias bien contadas, otras mal contadas, otras inclasificables, etcétera.
He hablado con cientos de escritores y hecho presentaciones en librerías de toda España.
¿Y?
Si algo he aprendido en este tiempo es a diferenciar lo que es un buen libro del que no lo es. Del escritor que sabe escribir, del aficionado que no. De la persona que con ayuda supera sus límites y empieza a ser escritor, del eterno aficionado que no quiere aprender.
La deformación profesional me lleva a entrar en una librería y con la simple visualización de un libro saber si el trabajo del editor que hay detrás es bueno o no.
Tocando sé si se ha invertido en buenos acabados y materiales y viendo las líneas sueltas sé si el maquetador es un buen profesional, o no.
No soy un escritor profesional, ni tengo veinte libros publicados y vendiéndose en todas las librerías, en todas las estanterías ni en los grandes almacenes. Tampoco escribí un bestseller allá por 1998 que aún me dé rentas y prestigio.
Si supone un problema para ti, lo mejor es que dejes de leer aquí mismo.
Pero he editado más de mil libros. He prologado unos cuantos y he editado desde revistas universitarias, a libros de medicina, pasando por antologías poéticas y ensayos metafísicos.
Eso no me hace sentir ni bien ni mal. Simplemente, es.
Si en algo soy «experto» es en saber cuándo un libro merece o no la pena y en qué mejorarlo.
Obtendrás pautas, trucos, recursos, habilidades…
una guía completa para saber qué hacer con tus ideas y narrarlas de modo coherente construyendo tu novela.
Teoría literaria que digerirás y aplicarás de modo inevitable tras la realización del curso. Solo te quedarás en blanco si
es que no tienes nada que decir, pero no porque no sepas cómo decirlo.
La conclusión es obvia: imposible no escribir. Difícil detenerte. El lenguaje será tu aliado,
de su mano fluirás libre y el cursor palpitará solo mientras estés pensando
Porque algo es obvio…
La mayoría se siente irremediablemente atraída por cualquiera que le promete que le hará escribir la continuación de Crimen y castigo con un sencillo truco, diez cómodos consejos y un par de vídeos de YouTube.
Entonces van de consejo en consejo, de vídeo en vídeo, obviando que lo mejor para aprender a escribir es algo tan sencillo y natural como escribir. Y después trabajar los escritos con la técnica y los recursos que mejor concuerden con tu personalidad.
Si sabes cómo utilizarlos, claro.
Pero para eso debes conocerlos.
Por tanto…
Si estás enfrascado en la tarea de escribir, si lo amas, este curso puede ayudarte tanto para alcanzar tus objetivos
—ser un ESCRITOR, así, con mayúsculas— que quizás sea lo más importante que hayas leído al respecto en mucho tiempo.
Mi vieja y joven amiga Carla me escribió hace unos meses, cuando andaba arrancando este proyecto:
«Oye Adrián. Tú que eres editor. ¿Me podrías ayudar a darle una vuelta a la biografía de mi abuelo?».
«¿Todavía andas con eso?».
«Sí. Ya sabes que su vida es de película. Que pronto cumplirá 100 años y queremos hacerle este regalo por su cumpleaños. Una gran fiesta familiar y de amigos donde regalar el libro a todo el mundo».
»Lo que pasa es no quiero solo transcribir lo que tengo grabado, sus historias, tal y como me las ha ido contando. La documentación la tengo hecha».
»Pero quiero novelarlo. Plasmar la belleza de lo relatado, lo que no se ve pero que me llega cuando oigo la narración de su vida. Hacer un libro que pueda interesar no solo a su familia. No quiero venderlo ni nada, pero quiero algo especial».
»Quiero describir bien el ambiente de la época, el contexto histórico, su personalidad. No quiero un libro de entrevistas. Es que no salgo de esa».
Lo que pasó es que le mandé todos los consejos que pude por escrito.
Porque su léxico era rico, su actitud la correcta, la documentación la tenía. Le faltaba el conocimiento técnico para convertir una entrevista larga con testimonios varios en una novela costumbrista y biográfica.
Y vaya si lo hizo.
«Gracias Adrián. Oye, por cierto. Ahora que vas a volver a tratar con escritores. ¿Por qué todo esto que me has dicho a mí no lo plasmas de alguna manera y se lo hacer llegar a ellos? Es información muy valiosa. Podrías usarla».
Y aquí estamos…
Entiendo que no todo el mundo es como Carla y que existe gente que quiere publicar a toda costa sin buscar en hacer un libro de verdad y prefiere transcribir sus ideas, unas tras otras, como el que dicta un telegrama.
Si para ti aprender algo te supone un esfuerzo descomunal…
NO compres este curso.
Bien.
¿Conclusión?
Como Carla, todos podemos dejar de lado nuestro temor a la hoja en blanco y lanzarnos al mundo editorial. Sacar al mejor escritor posible que llevamos en nuestro interior.
Y aquí, a continuación, un poco de cómo se hace eso: